La exposición de la almohada

David M

viernes, 3 de junio de 2016

Hacia el año mil la cortesana conocida como Sei Shônagon escribió en Heian-kyô (Kyoto) un curioso libro: o más bien elaboró un número de escritos que se compilaron en lo que ha venido a llamarse El libro de la almohada (Makura no Sôshi).

En su mayoría los textos son listas realizadas a partir de los gustos de la autora, más o menos en esta onda:

Cosas odiosas:
  • [...]
  • Alguien nos va a contar algún chisme interesante y un bebé rompe a llorar
  • Una bandada de cuervos vuela en círculos graznando ruidosamente
  • Un admirador llega para visitarme secretamente, el perro lo ve y ladra. Una desearía matar al animal
  • [...]
  • Las moscas también son odiosas

O ésta:

Cosas elegantes:
  • Un abrigo blanco sobre un justillo violeta
  • Huevos de pato
  • Hielo granizado, mezclado con jarabe de bejuco, servido en un tazón de plata bruñida
  • Un rosario de cristal de roca
  • Flores de glicina. Flores de ciruelo cubiertas por la nieve
  • Un niño pequeño que come fresas

La potencia de las listas como herramienta para organizar tiempo y trabajo es reconocida en cualquier máster de mánachmen o cursillo de emprendedores que se precie. Un presupuesto es una lista. Una exposición es una lista. Además: la mejor forma de comenzar a trabajar es hacer una lista de tareas.

Como de entre todo lo que se dijo la otra tarde en el laboratorio acerca del Concurso de Comisariado de la CAM más o menos podía extraerse que nuestra propuesta debía presentar de algún modo diferentes formas de relación entre el observador, la obra y el espacio que los alberga, me he tomado la libertad, aún antes de seleccionar obra alguna y pensando que ambos procesos pueden comenzarse de manera independiente, una lista posible de "situaciones espacio-perceptivas":
  • Un mismo objeto percibido desde dos espacios diferentes
  • Un objeto perceptible sólo desde un espacio diferente al que ocupa
  • Un objeto que sólo es percibible desde muy cerca
  • Un objeto que se ve oblicuamente. Un objeto que se ve frontalmente
  • Un objeto que, en principio, no se percibe, pero que de repente cobra una importancia enorme
  • Un objeto que sólo se percibe si se realiza una acción. Por ejemplo, levantar una tapa o abrir una puerta
  • Un objeto que se perciba de manera distinta dependiendo del género de la persona
  • Un objeto que se perciba en soledad. Un objeto que no pueda abstraerse de un entorno abigarrado
  • Un objeto que cambie con el tiempo. Un objeto que no sea igual a sí mismo
  • Un objeto que informe sensaciones opuestas a cada uno de los sentidos
  • Un objeto que contradiga todo lo demás o no
  • Un objeto es igual a discurso es igual a creación es igual a situación

Por algo hay que empezar.


El libro de la almohada está publicado en castellano por Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, en la colección 'el otro lado / clásicos'.

Sei Shônagon, dibujo de Kikuchi Yôshai (Wikimedia Commons)

No hay comentarios :

Publicar un comentario