Hace unos meses analizamos obra a obra la lista de la colección que se nos entregó de la Comunidad de Madrid. Para ello quisimos hacer una clara diferencia entre el marco físico de la obra o espacio que ocupa y su marco intangible o conceptual. Centrándonos en la primera parte más fisiológica o geométrica, elaboramos una serie de estudios de percepción en los que aplicamos la teoría del cono visual, que marca una distancia aproximadamente estándar con respecto a la obra observada. Los resultado predecibles nos evidenciaron la existencia de un espacio real que existe entre el espectador y la obra, así como sus variaciones
dependiendo de la altura, tamaño de la obra o espacio de colocación.
Una vez comprendimos las características de las obras por individual, observamos que la interrelación entre las demás obras es tan diversa y posible como tratar de mezclar en un vaso, agua y aceite.