Las fases de la percepción: una propuesta de coordinación entre el trabajo de distintos grupos

David M

lunes, 18 de abril de 2016

A lo largo de las primeras sesiones del Laboratorio ha podido comprobarse cómo los intereses y acercamientos de los diferentes grupos al tema de estudio son bastante diversos, tanto en los ámbitos dentro de los que circunscribimos nuestro trabajo como en la metodología seguida para el mismo. No obstante puede señalarse que también existen coincidencias o tangencias que mueven a pensar que de una investigación coordinada puede resultar un beneficio mútuo. Es por eso que los grupos Uno, Cuatro y Seis hemos decidido explorar la posibilidad de combinar de algún modo nuestras experiencias y compartir de manera productiva las informaciones que estamos elaborando.

Antecedentes


De las primeras sesiones del Laboratorio se desprende que los grupos Uno, Cuatro y Seis manifiestan una coincidente intención de estudiar la percepción del espacio y la obra de arte desde un punto de vista que, en principio, se fundamenta en el análisis meramente fenomenológico, físico. Como aspectos relevantes dentro de sus respectivos trabajos pueden citarse:
  • una metodología muy sólida para el análisis de la composición de la obra de arte
  • investigación concienzuda sobre las obras de arte seleccionadas
  • estudio intensivo del comportamiento del espectador en el espacio ante la obra de arte
  • clasificación de los espacios en función del uso dinámico que el visitante hace de los mismos
  • el proceso de asimilación de la obra de arte en el espacio y en el tiempo como una partitura, como un proceso integrador
  • definición y categorización de los elementos —geométricos— del espacio y las obras
  • intento de explicar, en su nivel más básico, la asimilación de la obra en función de los procesos de la percepción
  • valoración coincidente y aceptación acerca de la validez de las leyes de la percepción más comunes (Gestalt)
  • intento de desarrollar herramientas gráficas e informáticas tanto para explicar como para proponer soluciones concretas
Estos puntos no han sido desarrollados de manera igual por todos los grupos (no debería costar mucho trabajo identificar cuáles de estos puntos responden al trabajo de uno u otro, o en cuales se ha producido coincidencia), pero, en conjunto, abarcan

La integración de la obra del arte y el espacio como un proceso secuencial


Más allá de las coincidencias en cuanto a métodos y procedimientos de trabajo, cada grupo ha centrado su atención en aspectos específicos que, simplificando bastante, pueden enumerarse como:
  • la disposición de obra y —en el— espacio de manera lo más objetiva posible
  • el comportamiento del espectador ante la obra
  • las características compositivas de la obra
Existen pues entre estos tres ámbitos zonas de contacto que permiten su articulación en un conjunto de fases en el proceso de percepción que ofrezca una visión más amplia sobre el objeto de estudio del Laboratorio.

Así, de acuerdo a los diferentes ámbitos mencionados, se propone que cada uno de los grupos se centre en una de estas fases, de manera que, aún realizando un trabajo de investigación más amplio, las dudas o necesidades de información que pudieran aparecer y que caigan, mayormente, fuera de ella, se consulte o complemente con lo desarrollado por el grupo que la esté investigando.

Primera fase:
Asimilación del espacio y posicionamiento frente a la obra


La primera impresión acerca del espacio y la obra es fundamental, ya que a partir de ella el cerebro elabora hipótesis con las que se explica el conjunto espacio-obra, que ulteriores percepciones confirmarán o refutarán. A su nivel más básico, por debajo de cualquier elaboración intelectual, funcionan los sentidos, de manera automática, responsables, por ejemplo, de reconocer que en un muro hay algo distinto a él, que de él se separa y a lo que se dedica una atención diferenciada. O de reconocer y localizarse en un ámbito, diferenciado de otros, que queda definido por sus límites, su forma y su tamaño con respecto a la persona.

La disposición de obra y —en el— espacio de manera lo más objetiva posible, ha de permitir que el mensaje de aquella se presente sin interferencias o manipulaciones expositivas. Cuando estas aparezcan han de reforzar este mensaje.

Segunda fase:
Comprensión de las características compositivas de la obra


Pretender que la correcta percepción de una obra se resuelve sólamente mediante el análisis puramente geométrico de sus dimensiones y del espacio que la alberga es un esfuerzo vano. Las características compositivas de la obra forzosamente han de influir —creemos— y tenerse en cuenta a la hora de considerar las otras dos fases. A partir del estudio de su composición se derivarán reglas y relaciones, traducibles a elementos geométricos, que podrán combinarse con sus equivalentes espaciales.

Tercera fase:
Relación dinámica con la obra en el espacio. El movimiento del espectador


El proceso de percepción se desarrolla en el tiempo: éste juega pues un papel fundamental en la integración de la obra-en-el-espacio dentro de los procesos cognitivos.

La colocación de la obra, su composición y las características del espacio que la alberga influyen en el comportamiento del espectador ante la misma.

Un experimento común


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