Más acerca de la caracterización perceptiva de los espacios

David M

miércoles, 23 de marzo de 2016

Se profundiza aquí en algunos de los aspectos ya expuestos acerca de la caracterización geométrica de los espacios de exhibición.

Límites físicos y virtuales


Aunque las exploraciones expuestas se han centrado principalmente en la percepción visual, un espacio puede quedar definido por percepciones propias de otros sentidos: por un sonido o sus propiedades acústicas, por una textura que, por ejemplo, se perciba al caminar, por un olor... Pueden incluso combinarse: pensemos en una sala cuyo pavimento emita un ligero ruido mientras se camina sobre él, al tiempo que cede ligeramente bajo nuestros pasos.

El color puede también condicionar la percepción espacial, tanto agrupando espacios de características geométricas dispares como diferenciando recintos diferentes dentro de otro inicialmente unitario.

Todos estos son límites físicos, en tanto se corresponden con características físicas —medibles, evaluables, repetibles. Pero además un espacio puede definirse en función de situaciones virtuales, como puede ser el uso que se hace del mismo. El ejemplo más claro puede ser la diferenciación dentro de un mismo recinto de un espacio de circulación respecto de otro estancial (fig 1).
Definición de un espacio a partir de los límites virtuales generados por su uso
En todo caso, sea cual sea la forma en la que el espacio queda limitado, pueden definirse ciertas propiedades geométricas, como sus ejes (fig 2), que lo caracterizan y servirán para, apoyándonos en ellas, definir la mejor ubicación para una pieza.

Como objeto físico que es, la obra define también unos ejes. Puestos éstos en relación con los ejes del espacio las propiedades de ambos, en cuanto a lo que a la percepción se refiere, se refuerzan (fig 3).
Cada pieza tiene sus propios ejes geométricos
Esto es muy claro en el caso de una escultura como 'Homenaje a Chagall', de Pablo Gargallo. Al tratarse de un busto sus características antropomórficas son muy marcadas: prioridad del eje frontal, percepción horizontal (fig 5)... las mismas características que se establecían como condicionantes de la percepción humana.
Colocación de una pieza ('Homenaje a Chagall', de Pablo Gargallo) en los ejes diagonales del espacio
Así una colocación asimétrica, que responda al propio caracter frontal de la pieza (fig 6), puede reforzar esta característica, al tiempo que crea nuevos vínculos con el espacio. Sin embargo es preciso hacer notar una circunstancia: mientras que una ubicación simétrica no condiciona un orden de lectura (en este caso: de ingreso al espacio), la colocación asimétrica, buscando el equilibrio entre la pieza y el espacio vacío que no ocupa, privilegia un punto de vista —de acceso, de percepción primera de la obra y el espacio— respecto al resto.

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